miércoles, 28 de enero de 2009

Hágase la escritura

"En la literatura no hay temas buenos ni temas malos, hay tan sólo temas bien o mal tratados"
Julio Cortázar
Desde el mes de enero y hasta ahora, no he tomado en serio este blog. Por lo que en mi segunda visita vi aquello que en un principio no fue más que una calentura por decir algo anónimamente, burlarme de mi pésima redacción y ser insensato cual más.
Ahora que ya estoy mayorcito pedí fervorosamente, con la fortuna de que sí se cumplió, que pudiera borrar lo que anteriormente dije con tanta prisa e idiotez, para iniciar la versión reloaded de mi blog. Por lo que ésta será la primera publicación, la piedra sobre la que escribiré todo lo demás y una forma de aceptar el hecho de que si a uno le gusta leer, también tiene la capacidad de escribir, y hacerlo al menos decentemente.
Así como en toda religión todo tiene un origen, el cual es bueno y lógico, también haré yo lo mismo, no por creerme como aquellos a los que se refieren, sino porque es la creación dentro de esta concepción la separación, nominación y ordenación de todo lo que atañe a ella, sin dejar puntos vacíos o agujeros negros, que acaben por devorar todo lo que se encontraba a su alrededor. Por lo que haré de esta publicación la más importante, pues en ella asignaré las normas de las siguientes publicaciones.
  1. Toda publicación tendrá un buen título, que abarque no sólo el contenido de la publicación, sino también el espíritu de la publicación
  2. Epígrafe; pues además de ser siempre bien recibido, también me forzará a leer más, memorizar aquello que leo y escuchar a quienes en tan pocas palabras fueron capaces de suscribir lo mismo.
  3. El uso de la ironía será moderado, buscando siempre el recato y huyendo siempre de lo vulgar, que aunque parezca necesario para la expresión de ciertos juicios, nunca hace bien y sirve tan sólo para tiznar el pensamiento.
  4. Los temas que traté no serán; ni de aquello que sea mayor a mí, ni de aquello que sea menor a mí, pues si escribo sobre lo primero jamás diré sobre ello nada cercano a la verdad y si escribo sobre lo segundo nunca me daré cuenta de que puedo saber más de aquello que sé.
  5. Jamás se hablará mal de una persona, cualquiera que sea, pues no puedo juzgar a un hombre, solamente a sus acciones, el tiempo se dedicará a lo primero.
  6. Trataré en todo momento de que las publicaciones sean claras, bien redactadas y sin faltas de ortografía; la oscuridad de un texto es para aquellos que ya lograron lo primero, y por lo tanto pueden y deben en muchos casos hacer uso de tan colosal forma de escritura.